En el actual contexto económico, cada vez son más las familias que buscan precios y recortan gastos, para que sus ingresos rindan un poquito más. Desafío complejo (pero no imposible), con los valores que crecen a diario en el supermercado.
Por fortuna, la manera en que elijas comprar tus alimentos y otros productos de primera necesidad, como artículos de higiene y de limpieza, puede ayudarte a ahorrar.
Te invitamos a conocer los pros y contras de hacer una compra grande mensual, o varias más pequeñas, semanalmente.
Compra mensual: ¿realmente vale la pena?
Especialmente quienes reciben su salario en un único cobro al inicio del mes, pueden sentirse tentados a hacer una gran compra, que asegure los bienes necesarios hasta el siguiente momento de cobro. Pero, si bien puede contribuir a esquivar aumentos inmediatos, no es algo que deba hacerse a la ligera.
La gran ventaja de la compra mensual es que permite aprovechar las ofertas de tipo 2×1 o 3×2, por llevar varios artículos iguales. Esto puede ser muy conveniente para los alimentos larga vida, como para los artículos de limpieza e higiene personal.
Además, es una excelente forma de asegurar provisiones de alimentos no perecederos, como puré de tomate, lentejas, arvejas, arroz y fideos.
Sin embargo, sus pros pueden rápidamente convertirse en un problema, si se va al supermercado sin una lista previa de aquello que se precisa comprar. ¿Por qué?
En primer lugar, las ofertas pueden incitar a comprar más de lo que se necesita, terminando con exceso de productos en la alacena, que podrían terminar vencidos.
De igual modo, una vez que el carrito se empieza a ver más lleno, es más sencillo entregarse a compras por capricho y adquirir productos por impulso.
Planificar tus gastos es fundamental para que tu sueldo dure más. ¡Averiguá por qué!
Compra semanal, ¿cuándo conviene más?
Aunque ciertamente la compra semanal implica mayor gasto de tiempo, es la mejor alternativa para adquirir productos frescos como lácteos, carnes, frutas y verduras. Además, al comprarse en cantidades más pequeñas, es menos probable que estos lleguen sin consumir a la fecha de vencimiento.
Por otro lado, los alimentos frescos tienden a tener precios fluctuantes debido a su estacionalidad. Es decir, los productos de temporada suelen ser más baratos. En consecuencia, es más sencillo ahorrar eligiendo aquellos que tengan menor valor cada semana.
¿Ya armaste tu presupuesto familiar? Esto es lo que conviene tener en cuenta
Entonces… ¿Qué conviene más?
En líneas generales, sería conveniente hacer una compra mensual planificada de alimentos no perecederos y artículos de higiene y limpieza, reservando la compra semanal para los productos frescos.
No obstante, las asociaciones de consumidores aconsejan hacer la prueba en casa, registrar todos los gastos y comprobar que efectivamente esta tendencia es lo más económico para cada familia.