Aunque en los medios solemos escuchar grandes nombres comerciales, lo cierto es que, en el día a día de cada barrio y comunidad, los grandes protagonistas son los pequeños negocios con cada una de las familias que, detrás de ellos y con esfuerzo, tiempo y dedicación, la pelean para salir adelante y prosperar.
Y aunque es cierto que muchos de esos negocios se mantienen “en familia” y los vecinos llegan a conocer a abuelos, padres, hijos e incluso tíos y primos que se ocupan de la atención y cada tarea del comercio, para muchos otros también, llega el momento de contratar empleados y delegar. ¡Gran paso!
¿Estás evaluando la posibilidad de incorporar personal en tu negocio? Seguí leyendo, y averiguá cuáles son los tipos de contratos laborales que podrías implementar.
¿Qué es una relación de trabajo?
Aunque no siempre se fijan por escrito en un contrato formal, las normas argentinas establecen que existe una relación laboral siempre que una persona desarrolle, de manera voluntaria, tareas para otra persona o empresa.
Siempre que esto ocurre, se generan entre las dos partes derechos y obligaciones.
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Contratos de trabajo: cuáles existen
Por supuesto, tanto para actuar dentro de la ley como para evitar contratiempos a futuro, siempre es recomendable formalizar las relaciones de trabajo. Para eso, y como dueño de un negocio, es posible optar, según Argentina.gob.ar, entre los siguientes tipos de contrato de trabajo:
● Contrato por tiempo indeterminado: es el que rige siempre, salvo que se haya acordado explícitamente otra forma de contratación. En este caso, el acuerdo laboral dura hasta que el trabajador se jubila.
En los contratos de trabajo por tiempo indeterminado se considera que los primeros tres meses son a prueba. Durante este período, cualquiera de las dos partes puede decidir no continuar con la relación laboral, sin derecho a indemnización. No obstante, sí se debe dar un preaviso de esta decisión.
● Contrato de trabajo a plazo fijo: dura por un período determinado, que debe ser acordado entre ambas partes. Sin embargo, éste no puede ser mayor a cinco años.
● Contrato de trabajo a tiempo parcial: el trabajador cumple con tareas durante cierta cantidad de horas al día o la semana; las que deben ser menores a dos tercios de la jornada habitual.
Por estos servicios, el empleado debe recibir una remuneración proporcional (o mayor) a la que corresponde en ese puesto cuando se trabaja a tiempo completo.
● Contrato de trabajo de temporada: se utiliza cuando las tareas sólo se realizan en ciertas épocas del año y se repiten anualmente. Es, por ejemplo, la relación laboral que suele existir en actividades vinculadas al turismo.
● Contrato de trabajo eventual: es válido cuando un negocio o empresa precisa que el empleado ofrezca sus servicios para realizar una tarea transitoria y determinada de antemano. Es decir, la relación laboral termina cuando se cumplió con dicha actividad.
Como ves, no hay una única manera de establecer una relación laboral con tus empleados. Pero, ya sea que te convenga una u otra, cuando se trata del crecimiento de tu negocio, siempre es conveniente estar asociado a la red de comercios de Efectivamente. Contactanos, para más detalles.