Entre los temas importantes que hay que tener en cuenta al tener un negocio, los impuestos son uno que influye directamente en los resultados. La forma en que está estructurado el sistema tributario en Argentina hace que sea complejo de comprender y difícil de llevar adelante sin la ayuda de profesionales.
El primer paso es preguntarse cómo registrarse: Monotributo o Responsable Inscripto son los dos regímenes. En esta nota vamos a hablar sobre las diferencias entre uno y otro.
El principal motivo por el que es necesario conocer la diferencia entre tributar como Responsable Inscripto o el Monotributo es entender cómo posicionar un negocio en materia impositiva.
¿Qué es el Monotributo?
El Monotributo es una forma simplificada de cumplir con la AFIP, unifica la parte impositiva (IVA y Ganancias) y la previsional (aportes jubilatorios y a la obra social) en una única cuota que hay que pagar todos los meses.
Está dividido en categorías, de acuerdo a la facturación anual. Están nombradas por orden alfabético y van desde la A a la K. A partir del primero de julio de 2022 el costo mensual de la categoría A (la más baja) es de $ 3.334,24.
Para poder registrarse como monotributista, hay que cumplir con ciertos requisitos que varían de acuerdo a si se trata de un emprendimiento que ofrezca productos o servicios y tienen que ver con la facturación total en un año, la superficie del local, la cantidad de energía eléctrica que se consuma y el pago en alquiler.
Además de que cumplir es más simple porque agrupa los distintos cargos, otros beneficios del Monotributo son que puede pagarse por distintos canales (transferencia electrónica, débito automático desde una cuenta o tarjeta de crédito o a través de un cajero automático) y que si todos los pagos del año se hacen a tiempo, la AFIP reintegra un porcentaje de un pago mensual.
Límites para registrarse en el Monotributo
Como mencionamos, no cualquier persona puede ser monotributista. Existen ciertas restricciones, las principales tienen que ver con los máximos de facturación anual.
No podés registrarte en este régimen si durante los últimos doce meses importaste productos y/o servicios para comercializar. Tampoco si llevás adelante más de tres 3 actividades simultáneas, si tenés más de 3 locales o si el precio máximo unitario de venta de tus productos es mayor a los $ 49.646,21.
En cuanto a los topes de facturación, son estos:
- Para la venta de productos, no puede superar los $ 4.662.015,87 anuales.
- Para la prestación de servicios, no puede superar los $ 3.276.011,15 anuales.
En los casos en que se superen esos límites, corresponde inscribirse como Responsable Inscripto.
Tributar como Responsable Inscripto
La principal diferencia entre los regímenes tiene que ver con que al estar registrada como Responsable Inscripto, una persona tiene la obligación de cumplir con cada uno de los impuestos (IVA, Ganancias y Autónomos) en forma individual.
La principal desventaja de esta opción tiene que ver con la obligación de presentar declaraciones juradas (mensualmente de IVA, anualmente de Impuesto a las Ganancias). Aunque, por otro lado, brinda la posibilidad de tomar parte de los gastos como crédito fiscal frente al IVA y también de deducir parte en el pago del Impuesto a las Ganancias.
¿Qué tipos de comprobantes se emiten en cada régimen?
Si estás registrado como monotributista, el comprobante que vas a utilizar es la Factura C.
En el caso de ser responsable inscripto es más complejo, de acuerdo a quién sea el receptor de la factura. Estas son las opciones:
Factura A: es el comprobante que emite un Responsable Inscripto a otro Responsable Inscripto.
Factura B: es el comprobante que emite un Responsable Inscripto a consumidores finales o personas exentas de pagar IVA.
Factura M: también se emite entre Responsables Inscriptos, pero quien recibe la Factura M es un agente de retención de IVA y de Impuesto a las Ganancias.